¿Donde me formé?
Javier Planas Ramia, arquitecto, se formó en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde finalizó sus estudios en el año 83. Lleva desde esa fecha hasta la actualidad compartiendo despacho profesional con el también arquitecto José Torres Torres, con la firma Planas-Torres arquitectos.
¿Qué te gusta transmitir en tus proyectos?
Los proyectos siempre se crean desde la voluntad de transmitir una creatividad y sensibilidad tanto al usuario de la obra como al observador externo a la misma. Los mejores, para mí, son siempre esos edificios que puedan conseguir esa serenidad que los hará más atractivos en el tiempo, como un buen vino.
¿Cuál es el mayor reto de los proyectos actuales?
En la actualidad, entre otros trabajos, el mayor reto es crear un parque botánico; recrear los diferentes hábitats pitiusos en un centro que será de gran interés tanto docente como turístico.
¿Quién somos, de dónde venimos, y adónde vamos?
La figura del arquitecto desde siempre ha sido la de creador e innovador, y sus obras han sido el reflejo de las sociedades en que nos ha tocado vivir. Ha sido en los momentos de inquietudes o movimientos sociales en los que los arquitectos y corrientes vanguardistas han podido realizar esos proyectos, y así llegar hasta donde estamos.
¿Materiales de la casa de tu vida?
Los materiales con los que me siento más cómodo trabajando son el resultado de combinar tradición y vanguardia: piedra, madera, vidrio…con acero, aluminio, etc.
Legislación. Mayor libertad o está bien?
La legislación y normativa urbanística en muchos casos son un corsé a la creación, difícil de liberar; aunque también debe servir de control a todos esos excesos que desgraciadamente la isla sufre.
¿Quienes fueron tus inspiradores?
El movimiento moderno, aunque fue una revolución dada por los nuevos tiempos de inicio del siglo XX y del que todos hemos seguido. Hubo en el constructivismo ruso una verdadera maquinaria creativa como por ejemplo el arquitecto Melnikov que supuso una gran aportación, una lección de esta revolución cultural, con una arquitectura novedosa en su Pabellón de los Soviets en la Exposición Universal de París del año 1925.
¿3 obras que tú admires y 3 que quieras suprimir?
Hay muchas obras arquitectónicas que admirar y no es justo con ello desmerecer a tantas otras, así como hay muchas construcciones que son verdaderos elementos distorsionadores de la armonía y el paisaje en la isla. Un tema importante son esas intervenciones pendientes para reducir en lo posible el impacto de las peores, pero falta esa voluntad política y de la sociedad para abordar este delicado tema.
¿Qué población necesita urgentemente una intervención urbanística y porqué?
Creo que es la isla la que necesita urgentemente un debate e intervención. Está confluyendo un gran número de visitantes, intensidad de tráfico creciente año tras año, y se debe prever debatir para no morir de éxito, una adecuada planificación; abordar de una vez toda esa necesaria y costosa infraestructura que lleva a pésimas soluciones como ubicar la depuradora en Sa Coma.
¿Cuál sería el proyecto de tu vida?
Todos esperamos el proyecto de nuestra vida, o mejor dicho, el encargo de nuestra vida; plasmar todas nuestras inquietudes sin ataduras, y es ese sueño imprescindible en este mundo nuestro, pero la obra está en las cosas del día a día, y ese es nuestro auténtico reto. A veces muchas obras de arte destacadas han surgido de hechos o elementos cotidianos.